- Clasificación Así queda la tabla
La montaña tiene dueño. Y no hay duda de que, en este Tour de Francia, ese dueño responde al nombre de Tadej Pogacar. El esloveno del UAE Team Emirates se impuso con una superioridad incontestable en la cronoescalada más corta de la historia del Tour, 10,9 kilómetros entre Loudenvielle y Peyragudes, firmando un tiempo de 23’00” exactos a una media de 28,4 km/h. Jonas Vingegaard, su eterno rival, fue segundo a 36 segundos, mientras que Primoz Roglic, tercero, cedió 1’20”.
Pogacar no dejó espacio para el suspense. Ya en el primer punto intermedio de Escadaoux (km 4) marcó el mejor tiempo con 5’28”, superando a Evenepoel y Vingegaard. En el segundo, Loudenvielle (km 7,6), su dominio fue incluso mayor: 14’23”, batiendo a Vingegaard en 23 segundos. Fue una sinfonía de potencia, control y elegancia, que se coronó con la mejor marca del día en la cima pirenaica.
“He venido a por este Tour y cada día lucho con todo lo que tengo”, expresó el esloveno tras cruzar la línea. Con este resultado, Pogacar no sólo firmó su cuarta victoria parcial en la edición (103 en su carrera), sino que reforzó su liderato en la general. Le mete 4'07'' a al danés del Visma.
Remco Evenepoel, tercero de la general, vivió una jornada aciaga. Acusó el esfuerzo desde los primeros kilómetros y terminó perdiendo 2'39'' con respecto a Roglic. El belga quedó incluso atrapado en la imagen más simbólica del día: fue doblado por Vingegaard a pocos metros de la meta.
Roglic, por su parte, volvió a tirar de oficio. Optó por una cabra de contrarreloj —a diferencia de la mayoría, que eligió la bici de carretera— y consiguió firmar una gran actuación. Aunque no pudo competir con los dos grandes dominadores del Tour, su prestación lo mantiene firme en la lucha por el podio.
Mirando al futuro
En total, fue un día histórico: la contrarreloj individual más corta jamás disputada en un Tour (excluyendo prólogos y semietapas), y también una de las más explosivas. Desde el primer corredor en la rampa (Mattéo Vercher) hasta el último (Pogacar), la tensión fue máxima. Incluso el propio Luke Plapp, líder provisional durante más de dos horas, había advertido: “El ganador será como mínimo un minuto más rápido que yo”. Acertó. Pogacar, simplemente, de otra galaxia.
Y así, en Peyragudes, donde ya brillaron Valverde, Bardet y el propio Pogacar en el pasado, el esloveno vuelve a escribir historia. Con 21 triunfos de etapa en el Tour ya en su palmarés, el esloveno vislumbra su cuarto Tour.
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